El Periplo de un niño para conseguir su pasaporte
Cuando vives fuera de tu país de origen, el
documento de identificación más importante es tu pasaporte, el cual te acredita
una nacionalidad, eres ciudadano de ese país, perteneces a un lugar, un pueblo,
una cultura. La Unicef establece que todo niño tiene derecho a una nacionalidad
desde su nacimiento pero, y este es el caso, Venezuela niega el “derecho a
pasaporte” a todo venezolano mayor de 9 años que viva en el exterior, y que no
posea cédula de identidad venezolana. Esta
identificación (la cédula) sólo se puede tramitar en Venezuela. Es aquí donde
comienza nuestro calvario.
Mi benjamín nació en Caracas en el año 2004, su
último pasaporte había sido otorgado por un Consulado en Estados Unidos y
vencía en Diciembre del 2015. Hace más
de 4 años que los niños no iban a Venezuela,
en ese último viaje, se realizó el trámite de obtención de cédula para
mi hijo mayor, quien en aquel momento tenía 10 años. Ahora bien, todo
venezolano sabe que “sin cédula no hay
pasaporte”, así que después de mucho pensar, haciendo cuentas del costo que
esto podría ocasionar si se nos presenta una emergencia, decidimos hacer el
viaje antes que el pasaporte que aún estaba vigente dejará de estarlo.
Una de las cosas que el gobierno venezolano no
logra entender es que una de las funciones de los empleados públicos es hacerle
la vida fácil a sus ciudadanos. Los consulados deberían ser instituciones que
ayuden al inmigrante pero, en nuestro caso, estando en el Imperio, el consulado Venezolano está ahí para complicarnos
cualquier trámite. Seleccionamos la
semana del 12 de Octubre para viajar porque mi hijo tenía tres días libres,
perdería solo dos días de clases; adicionalmente, pudimos conseguir boletos con millas. Con boleto en
mano, estábamos casi listos porque, siendo venezolanos, viajar a nuestro país
nunca es fácil.
Viajo sola con un menor de edad, según las
leyes venezolanas voy a necesitar un permiso del padre para salir del país.
Entró a la página web que agrupa a los Consulados de Venezuela en USA, y busco
información para obtener el permiso de viaje. En nuestra ciudad no hay
consulado, el que nos corresponde queda a 8 horas de viaje por tierra, o
500$/persona por avión. Llamamos al consulado pero… Ups… El teléfono que
aparece registrado no existe. La página web nos informa: 1) Es por cita, hay
que ir al consulado, no se pueden enviar los documentos firmados por un
notario, El trámite es personal. 2) En
el caso particular del consulado que nos corresponde, se debe enviar toda la
información y documentación por email, pero… Aunque Ud. No lo crea, el correo electrónico del consulado es un Gmail…. Saquen Uds. sus conclusiones… Aparte, el consulado
en cuestión nunca contestó nuestro correo electrónico. Hablamos con amigos y
conocidos que también habían hecho el trámite,
nos recomendaron hacer contacto con otros dos consulados… ¿Qué
aprendimos? a) Cada uno de los consulados tiene procedimientos distintos para
el mismo trámite; b) siempre hay que ir hasta allá; c) se deben llevar copias
extras, d) cualquier documento debe ser presentado en original. Mi esposo tuvo
que viajar al consulado llevando consigo todos los documentos familiares en
original (mi pasaporte, mi cedula, el pasaporte de mi hijo, las partidas de
nacimiento, etc.). Imagínense Uds. que hubiese pasado si algún funcionario de
un aeropuerto lo revisa y encuentra que tiene todos esos documentos consigo. En
conclusión, los cónsules son como señores feudales y los consulados los manejan
como su hacienda personal, sin importar las leyes/reglamentos del país donde se
encuentran. Sin embargo, quiero dejar
claro que una cosa son los Cónsules y Vice-Cónsules y otra, el personal que
trabaja con ellos. En cada consulado que hemos ido, el personal que atiende al
público ha sido muy amable y siempre han estado dispuestos a ayudar.
Faltando dos semanas para el viaje, conseguimos
el permiso, adicionalmente el Consulado nos entregó una carta para la obtención
del pasaporte sin la presencia del padre, llevábamos también una constancia de
trabajo para poder demostrar que vivimos fuera de Venezuela.
Tomamos nuestro avión un viernes en la tarde y
aterrizamos en Maiquetía un sábado muy temprano. Nos recibe una funcionaria de
migración, muy simpática hasta que se dio cuenta que no vivíamos en Venezuela… ¿Cédula del menor? No tiene . ¿Ah… Uds no viven aquí? No
Desde ese momento, el ambiente se cargó de
agresividad, la funcionaria no podía controlar
su rabia…. Comenzó un interrogatorio casi policial ¿Dónde vives? ¿Dónde te vas a quedar? ¿Quiénes viven allí? ¿Cuánto
tiempo permanecerás en el país?... Mi hijo no entendía lo que estaba
pasando…. ¿Mamá, porque nos trata así?.... Fuimos recibidos como ciudadanos de
tercera, indeseables, traidores a la patria.
Martes 13 de Octubre, nuestro
primer día en el SAIME
El 12 de Octubre es feriado en
Venezuela, el primer día hábil de la semana fue el martes, a las siete y media
de la mañana ya nos encontrábamos en el SAIME de Plaza Caracas. Mi tía había
estado ahí la semana anterior para averiguar donde era, por quien teníamos que
preguntar, cuál era el procedimiento,
sin embargo, lo que le dijeron no sirvió. Empezamos a buscar donde es… El
portero nos dice que es al final del pasillo, y mi tía, quien nos acompaña, no
puede pasar. ¿Cédula por primera vez? Por
allá, responde el funcionario que dirige el flujo de gente en la sala….
Llegamos al sitio que creímos nos habían señalado y volvemos a preguntar ¿Cédula por primera vez? No, es por allá dice la mujer
sentada en el escritorio…. Vemos alrededor, dos escritorios más allá se
encuentra otra persona parada, con un montón de partidas de nacimiento en la
mano y me digo, ese debe ser… Así, logramos entregar el documento, primer paso
del trámite más importante que veníamos a hacer, obtener la cédula por primera
vez de mi hijo menor. Igualmente, yo también tenía que renovar mi
identificación, así que me dirigí a hacer mi cola respectiva, la cual se movió
bastante rápido y se hacía en sillas, algo que parecía un juego de niños. Llevaba
conmigo una copia de mi cédula, la entregó y me dan un número, tenía alrededor
de 40 personas por delante, el sitio estaba lleno de niños, consigo sentar a mi
hijo y comienza la espera. Pasados unos 40 minutos, nos llaman para entregarnos
la partida de nacimiento con los datos “corroborados” y nos dan otro número que
representan otras 60 personas más, en relación al primer número que nos habían dado
para tramitar mi documento. Al final, la
espera no es tan larga, llaman nuestro primer número, lo entregó y le comentó
al funcionario que tengo otro número para mi hijo, el hombre se compadece de
nosotros y realiza la toma de datos para ambas cédulas. Paso yo primero,
colocan mi número de cedula, sale la información en el sistema, no corroboran
ningún dato, solo me toman la foto y me piden que firme. Luego le toca el turno
a mi chiquito, la partida de nacimiento ha quedado totalmente inservible, rayada
con los datos que les interesan en los bordes, usando resaltador marcan
información adicional. Yo estoy parada entre Miguel y el funcionario, lo que me
permite ver la pantalla sin problemas, el hombre va introduciendo los datos:
Nombre completo, fecha de nacimiento, lugar de nacimiento, datos de la madre….
Con solo colocar mi número de cedula aparece toda mi información…. Datos del
padre… Coloca su número de cedula y no aparece nada…. Claudio es extranjero y
perdió la residencia venezolana al mudarnos a USA… El funcionario ni se molesta
en copiar sus datos… De un solo golpe,
para el Estado venezolano tengo un hijo sin padre. ¿Qué pasará si en algún
momento necesitamos pedir datos filiatorios? ¿Los extranjeros no residentes
tienen algún deber o derecho para con sus hijos?... Me quede en una pieza….
Deje que todo pasará…. El objetivo final era salir con la cédula, ya en otro
momento, bajo otras circunstancias se buscará modificar y colocar la
información faltante. Nos informaron que el documento sería entregado ese mismo
día, a la 1 PM.
Salimos de esa oficina del SAIME y nos
dirigimos a la siguiente… La que se hace llamar VIP (very important person)… No
sé por qué recibe ese nombre…. Es una burla a todos los que hemos tenido que
usarla. Llegamos y nos informan que sin cédula no podemos hacer nada, podemos
regresar cuando nos entreguen el documento en la otra sede. Son las 10:30 de la
mañana, no nos vamos a ir… hacemos un pequeño recorrido por el centro de
Caracas: La Asamblea Nacional (lo lamento, en mi cabeza siempre será el
Congreso), la Plaza Bolívar, la Casa Natal del Libertador, el Museo
Bolivariano…. Seguimos el recorrido, conocemos dos sitios en los que no
habíamos estado, ambos nos dejaron gratamente impresionados…. La Casa de las
Primeras Letras Simón Rodríguez, donde en su tiempo funcionó la primera escuela
de Caracas y, donde dictó clases el maestro de Bolívar. El lugar ha sido
restaurado, se encuentra bien cuidado y en él se dictan talleres relacionados
con el folklore y la música venezolana. La otra es la Casa de la Historia de
Venezuela Lorenzo Mendoza, esta edificación también ha sido remodelada, posee
mucha historia y fue usada como residencia familiar de la Familia Mendoza
(Industrias Polar) en 1893. El sitio es un oasis en medio de la ciudad, posee
un restaurant, sala de exposiciones y sala de lectura.
A las 12:30 ya estábamos de vuelta en la
oficina del SAIME, el portero nos informa que el personal se fue a almorzar y
no regresará hasta la 1:30 PM y, por supuesto, no se puede pasar…. Nos quedamos
en la puerta… Hicimos presión porque la cola empezó a formarse detrás de
nosotros… A las 12:50 aproximadamente nos dejaron entrar… A la 1 PM conseguimos
nuestro primer objetivo del viaje, teníamos cédula.
Regresamos nuevamente a la oficina del SAIME
que está al lado del Teatro Municipal, a la oficina VIP, explicamos el caso
de manera resumida, nos dan un número….
Pasamos a la sala de espera, nos atiende una funcionaria, que hay que decirlo,
es una persona que quiere hacer bien su trabajo. Escucha nuestro planteamiento…
Vivimos en USA, el niño no tenía cédula, el documento nos los acaban de
entregar, como sabe sin cédula no hay pasaporte, ahora nos gustaría saber si
ambos podemos renovar el pasaporte…. Nos piden todos los documentos, la
señorita confirma que el número de identificación del niño ya está en el
sistema, nos informa que necesitan los pasaportes americanos originales (nada
de copias), esperamos un buen rato a que la jefe se desocupara y ella pudiese
plantear el caso. Regresa, nos explica que en esa oficina solo atienden casos
de personas que viajen en 24 horas o menos…. Le explico: Señorita nosotros
regresamos este sábado, solo vinimos por una semana... La posibilidad de que la diligencia sea
infructuosa se dibuja en mi mente. Ella nos vuelve a explicar, ese es el
procedimiento, es así, a la carrera, con angustia. Desde la misma oficina se llama al 800 para
pedir una cita siguiendo el protocolo regular, la persona que me atiende por
teléfono, nos dice que no vale la pena pedir la cita porque no nos van a
responder antes del jueves, que es cuando la oficina VIP puede aceptar nuestro
caso. La funcionaria nos recomienda regresar el jueves a las 7 de la mañana,
que es la hora que empiezan a trabajar. Ya son las 3 de la tarde… Nos queda el
sinsabor de una jornada que termina con la mitad de los objetivos cumplidos.
Jueves 15 de Octubre, nuestro
segundo día en el SAIME
Mi hijo ya protesta por tener que pararse
nuevamente a las 5 de la mañana, ha perdido la práctica. A las 6:30 am ya hemos
llegado al SAIME y hacemos la cola fuera de la oficina ¿Realmente abrirán a las
siete? Pues sí, a las siete estamos recibiendo nuestro número, pasamos y nos
llaman en seguida, en mi mente veo un futuro promisorio. Probablemente en dos
horas puedo estar haciendo otra cosa…. Que ilusa soy… Se me olvidaba que estamos
en Venezuela y los funcionarios públicos se sienten dueños de tu vida y de tu
tiempo. Nos toca una persona distinta a la que nos atendió el martes, es un
hombre, a simple viste se ve que tiene sueño y no tiene ganas de trabajar. Otra
vez, le cuento el caso, le explico que ya estuve ahí el martes, que hablé con
la funcionaria que se sienta dos mesas más allá, venimos de USA, el niño no tenía
cédula, aquí están todos nuestros documentos…. La respuesta del hombre. “si ya
quedaste de acuerdo con ella, espérala…” En ese momento mi paciencia se agotó y
exploté… YO NO HE QUEDADO DE ACUERDO CON NADIE, LA FUNCIONARIA SOLO EXPLICO EL
PROCEDIMIENTO, DESDE AQUÍ SE LLAMO AL 800, QUIENES RECOMENDARON QUE
REGRESARAMOS HOY…. ESTO ES POR ORDEN DE LLEGADA… YO SOY LA PRIMERA Y ME TIENES
QUE ATENDER…. El hombre aceptó mis documentos de mala gana y los puso encima
del escritorio, nos mandó a sentar en una sala de espera abarrotada de gente
donde mi hijo era el único niño. Pasada media hora llegó otra pareja para
pasaportes, por casualidad son amigos del grupo de P&G que está en
Cincinnati, al rato también llega otra pareja. Los tres montoncitos con
nuestros documentos quedaron en el escritorio del tipo por DOS HORAS… Y el
hombre no hacía nada… Al rato llega una mujer que se presenta como la Jefe de
la Sala, imitando al Comandante Supremo le grita a su personal, haciendo creer al
público que les está exigiendo que trabajen, el espectáculo parece un chiste,
pero lo estamos viviendo, es real…. Los funcionarios no tienen ningún poder de decisión,
todo lo decide ella… El funcionario que tiene nuestros documentos le explica
los tres casos que tiene en su escritorio… La mujer ha estado gritando pero,
cuando responde sobre los casos, lo hace calladamente…. Nos quedamos con la incógnita
de la decisión. Una hora más y nos vuelven a llamar, nos piden más documentos…
Mi carpeta está cargada con todo lo que creo nos puede pedir… Partida de
Nacimiento… Aquí esta… Pasaportes americanos…. Aquí están… Boletos… Presentes… Sin
embargo, olvide sacar la copia de las cédulas nuevas, gracias a Dios el
funcionario se compadece de mi chiquito, quien ha dormido en las sillas de la sala
de espera y nos saca la copia en la oficina. Se vuelve a llamar al número 800
usando los recursos de la sala VIP, se solicita una cita que, por supuesto,
nunca llega, es solo otra formalidad que se pudo hacer desde el inicio pero, el
procedimiento no es claro. En el caso de mi hijo, piden mi número de cédula,
luego piden el número de cédula del padre, se dan cuenta que no está en el
sistema y me dicen, no importa… No hace falta… Vuelvo a sentir que para el
gobierno venezolano tengo un niño sin padre….
Pasa otra hora, ya son más de las 11 am, nos
llaman para pagar en caja… Nos dicen “Solo tarjeta de débito”…. Saco la mía, la
Superefectiva del Banco Venezolano de Crédito… Ah, pero esa NO…. Pregunto ¿Por qué? Porque No…. Es de débito,
les vuelvo a insistir…. Si, me responde la cajera pero adentro te van a
rechazar el pago…. Gracias a Dios, se me encendió el bombillo y le dije a la
persona que me seguía…. “Yo tengo efectivo, ¿será que puedes pagar con tu
tarjeta y yo te doy el dinero?”… El hombre respondió que sí, lo que me ahorro
una ida al Banco Venezuela. Por fin, nos tomaron los datos, la foto… Debemos
regresar al SAIME al día siguiente (viernes) a retirar los pasaportes a las 12
del mediodía.
Viernes 15 de Octubre, mi tercer día
en el SAIME
El día comenzó mal, nos tocó de cerca la
inseguridad y eso se los contaré en otra oportunidad. Llego a casa de mi tía,
quien nos ha acompañado todos estos días, para ir al SAIME a recoger los
pasaportes. Estoy preocupada, quiero llegar antes que se vayan a almorzar. Esta
vez vengo sin el niño y, no quiero que mi tía se quede afuera, así que nos
ponemos de acuerdo, cada una dirá que va a retirar un pasaporte. A las 12 en
punto estamos entrando a la oficina donde pagamos el día anterior. Preguntamos
por los pasaportes y nos dicen que no ha llegado la valija. Los pasaportes no
los hacen ahí, los hacen en la sede de Las Mercedes… Entonces, ¿por qué la
oficina VIP no se encuentra en Las Mercedes?.... Son preguntas que se hace uno…
¿No sería una manera eficiente de agilizar el proceso?.... Esperamos hasta las
2:30 PM, cuando nos entregan UN SOLO PASAPORTE…. El otro, el mío, según me dice
la persona encargada tenía un problema y vendrá en la siguiente valija que
estiman llegue antes de las 5 PM…. Nos recomienda salir y dar una vuelta… Así
hacemos, pero la angustia se empieza a apoderar de nosotras… Es viernes, después
de las 4, cuando cierran las oficinas, el área se convierte en zona ROJA…. Regresamos
a la oficina y casi enseguida bajan todas las santamarías…. El personal se va y
solo queda con luz la oficina donde estamos esperando… No soy la única, hay dos
personas más con sus respectivos acompañantes que vienen de Maracaibo… Una de
ellas ha estado viviendo en Sur América, la otra en España…. Y la valija…
brilla por su ausencia…. ¿Cómo vamos a salir en cuanto lleguen los documentos?
Mi tía insiste, es peligroso…. Llamo a
mi hermano y le cuento lo que está pasando… “Por favor, está pendiente y ven me
a buscar en lo que te llame” le digo. Pasan las 5 PM, el grupo que está en la
oficina informa que no hay problema, ellos trabajan hasta las 7 PM. Los jefes
se van…. Luego la mayoría de las chicas también se van… Solo quedan dos
funcionarias que esperan con nosotros…. A las 7 PM llegan por fin, dos de los
tres pasaportes, a la española-venezolana le piden que vaya a recoger el documento en la oficina de Las Mercedes.
Y la historia no termina aquí… Aún tenemos que
salir de Venezuela la mañana del día siguiente. Llego al aeropuerto con tres horas
de anticipación. Las líneas aéreas han quedado con muy poco personal, las
preguntas de seguridad ahora las hacen en el counter, la fila para chequear se
mueve muy lentamente. Por fin nos dan nuestros boarding pass, y seguimos al
chequeo de seguridad, nuevamente se nota la falta de personal, solo funciona
una máquina de rayos X, no hay detectores inalámbricos, una oficial de la
guardia nacional manosea a las mujeres y otro guardia hace lo mismo con los
pasajeros del sexo masculino. Llegamos a migración y presentó mi permiso de
salida… La primera pregunta de la funcionaria: “¿y esto es todo lo que tu traes?... Sí, eso es todo… ¿Quién hizo esto?... El Consulado de Houston…
Con razón… Ha pero el padre es extranjero… ¿Cuándo llegaron? El sábado pasado…. ¿Uds no
viven aquí? No… Con
el mayor desprecio del mundo la funcionaria me entrega el documento y dice…. Uds. No necesitan NADA…
VETE…. Dando a entender que no somos bienvenidos en nuestro propio país.