miércoles, 29 de enero de 2014

La solidaridad como vía para recuperar el país

Mucho se ha escrito sobre la solidaridad que nos caracteriza como sociedad, también se habla de cómo esa solidaridad se ha perdido desde la llegada del Chavismo. Yo quiero revindicar esa característica nuestra, porque gracias a ella yo soy lo que soy y, no me gustaría que se perdiera. Es importante que construyamos nuevamente ese valor humano para poder construir el país que queremos y recuperar lo que consideramos perdido. 

¿Qué es la solidaridad? No es más que esa colaboración mutua entre personas.  Es un sentimiento que nos mantiene unidos en los momentos difíciles y nos permite ayudar al necesitado sin importar quien sea. El “has el bien sin mirar a quien” que decía Miguel Angel Landa al final de su programa de TV ó el “hoy por ti mañana por mí” eran frases con las que nos identificábamos como venezolanos. ¿Por qué decimos que se ha perdido? Porque la solidaridad no tiene  color político, deriva de la naturaleza misma del ser humano, sin importar raza, edad, sexo, credo, nacionalidad, etc. La solidaridad nace del "amor" por el prójimo, frase que puede sonar cursi pero si se siembra el odio y la división entre las familias, se acaba la solidaridad y, eso es lo que ha pasado en nuestro país. El odio, la envidia, el miedo, acabaron con esa solidaridad que permitía apoyar al otro en los momentos más difíciles. 

El hombre nuevo que quiere imponer el socialismo del siglo XXI no cree en el trabajo honesto, en el estudio, en la meritocracia para conseguir sus metas. Cree en un papá Estado, cree en las dádivas,  y cree que por derecho propio, todo le debe caer del cielo.

Y es por eso que yo les digo a cada persona, a cada familia en el país, que recuerden sus orígenes. Que recuerden como eran las familias, como era la gente antes de la llegada de este sistema que hoy tiene 15 años.Venezuela creció durante los 40 años de democracia. El país se modernizo, la clase media creció y se consolidó. La movilidad social fue evidente gracias a la educación y al trabajo. 

Mi familia no es única, tiene problemas como todas y hay mucha auto-critica pero, se parece a miles de familias venezolanas. Mi mamá no hubiese podido educar dos niños sin el apoyo de mis abuelos, de sus hermanas y hermanos, de sus amigos y conocidos. Y damos gracias por ese batallón de personas maravillosas que nos encontramos en el camino.

 La solidaridad implica afecto y aceptación del otro. En nuestro caso, todo nuestro entorno conocía nuestra situación: mi papá era preso político, mi mamá tenia que trabajar, mantener y educar dos niños y apoyar a alguien que estaba en la cárcel. ¿Qué paso? Lo mismo que en muchas otras familias venezolanas,  la solidaridad apareció. Así, mis abuelos se convirtieron en padres postizos, mis tías se convirtieron en mucho más que tías, los primos en hermanos. Recordemos que en muchas familias existían los hijos o hermanos de crianza. Eso evitaba que los niños cayeran en las garras de la delincuencia, que pudiesen estudiar. Cuantas personas no criaron niños que ni siquiera pertenecían a su misma familia. ¿Qué pasa ahora? El miedo, el odio y el rencor arropan a toda la sociedad y no permiten que la solidaridad se ponga de manifiesto.

El odio y el rencor que hace creer que los ricos son ricos porque se lo robaron. Y como ellos robaron, entonces los pobres tienen derecho a robar. Por otra parte, la falta de visión hace creer que cualquiera que tiene un poco más es rico. ESO NO ES CIERTO... Observen la mayoría de las familias que los rodean, analicen sus propias familias, vean sus amigos y conocidos, hay gente que tiene más, otros tienen menos... ¿Son ladrones? No, en su gran mayoría no son ladrones.... ¿Cómo consiguieron lo que tienen? Con trabajo y dedicación. Estudiaron, trabajaron, se esforzaron para llegar a donde están. Recibieron el apoyo de otros... Y pudieron alcanzar metas. E incluso, si dejan de trabajar los recursos escasean. Los realmente ricos de cuna se cuentan con los dedos. 

La solidaridad implica afecto y eso se traduce en la fidelidad del amigo, la compresión del maltratado, el apoyo al perseguido. Y retomo mi ejemplo.... Muchas personas nos prestaron sus casas, nos dieron refugio. Yo nunca presencie un allanamiento pero, viví el cambio de casa, el cambio de dirección, el no poder decir donde es tu casa. Ahora bien, llegamos a casas de amigos que nos cubrieron con su amor y nos adoptaron como miembros de esas familias. !Gracias, muchas gracias para Camucha y sus hijas, Amanda, Grisel, Omaira, Sara, entre muchas otras personas! Ellas saben que tienen un gran lugar en nuestro corazón.

Y ahora me pregunto, que se rompió en nuestra sociedad que permitió que esa solidaridad que parecía tan arraigada se perdiera. Uno de los componentes de la solidaridad es la compasión.  ¿Como es posible que se dejará morir a Brito? ¿Se perdió la empatía con el oprimido? ¿Se perdió el ponerse en el lugar del otro?¿Cómo lograron eliminar un valor que creíamos tan nuestro? La siembra de odio ha dado sus frutos...

He estado tratando de analizar que permitió que desapareciera la solidaridad y sin ser sociólogo veo dos grandes causas: El resentimiento social y el miedo.

No quiere decir que antes no existiese resentimiento social pero, este se ha exacerbado. Sobre todo cuando se invierten los valores y se les hace creer que robar esta bien si eres pobre. La frase "yo soy pobre pero honrado" hace ver al individuo como un tonto.  

En nuestro caso, el resentimiento social aparece cuando el resentimiento individual de los ahora dirigentes políticos que se encuentran en el poder ,se canalizan sobre los que ellos consideran que son los causantes de nuestros problemas como país: los españoles conquistadores, los ricos, los burgueses, el capitalismo. Cambian la historia, la plantean a su manera, desvirtúan las luchas sociales y las trasforman en sus luchas individuales, usando una lógica que es solo suya, fomentando un nacionalismo que esta tergiversado, que no es real. Así hacen creer que Bolívar era negro, a los bandidos los convierten en héroes y a los héroes en bandidos, asumiendo los anti-valores como valores de la sociedad.

Por otra parte esta el miedo, el  miedo de toda una sociedad que no da cabida a la solidaridad. ¿Y si lo ayudo y me roba? ¿Si lo dejo entrar a mi casa y me secuestra? ¿Cómo confiar en el menos favorecido, si el esta cargado de anti-valores?

Como se resuelve... Necesitamos generar confianza. La sociedad debe entender que solo con educación y trabajo (meritocracia) vamos a sacar adelante el país. Todos debemos poner de nuestra parte y ser solidario, no solo con el que tiene menos.... Con el país, con toda su población.

Hanoi Reyes

P.D.: El tiempo pasa y hace falta dar gracias, dar gracias a la vida que me ha dado tanto, dar gracias a ese grupo de personas que nos encontramos en la vida y han significado mucho en nuestro crecimiento como personas, en lo que somos hoy en día. No quiero dejar pasar esta oportunidad, porque cada una de ellas ha significado mucho:
  • A mi familia: mi mamá, mi hermano, mis abuelos Ana y José (que Dios los tenga en su gloria), mis tíos, mis primos... Sobre todo Araminta que siempre ha sido mucho más que mi tía, a Iraida que se siente más tía que nadie, a mis primas que más que primas son hermanas: Aralis, Mariangella, Anahira.
  • A los amigos de toda la vida: Camucha y sus hijas, Grisel, Amanda, Omaira, Sara, Odulia, Nidia, Reyna, Irania, Felipe. 
  • A Mercedes Angarita que me permitió estudiar en Rondalera.
  • A las familias de mis amigos y mis amigos que me ayudaron en todos esos años de universidad: Dulce, Norian, Christian, Olazhir, Carlos, entre otros. 
  • A los Paredes que me adoptaron desde el inicio y a Claudio, ya tenemos más de la mitad de nuestra vida juntos.
  • Faltan muchos más... A todos los que nos ayudaron considérense en la lista y GRACIAS. 

jueves, 9 de enero de 2014

En honor a Simonovis y su familia

Aquí estoy, sentada nuevamente ante la computadora, tratando de hilar ideas… Aunque los acontecimientos de este Lunes han sido espeluznantes, indignantes, escalofriantes y no sé qué otros adjetivos terribles usar, por la muerte de Mónica Spear  y su pareja; me prometí hace ya algunos meses que lo primero que escribiría seria para honrar a Ivan Simonovis y su familia.

Corrían los años 70 y yo visitaba el Cuartel San Carlos todos los fines de semana. Este era el sitio de reclusión de los presos políticos de la época y hoy lo han convertido en Museo. Los miércoles también había visita pero, ese día solo iba mi mamá, a mí me tocaba ir al colegio. Pocos conocen esta historia, probablemente porque aunque todo mi entorno conoce a mi mamá, muy pocos conocen a mi papá, Pedro R. Reyes Millán.

Ir a visitar presos políticos en esa época, era una gran experiencia.

Visitar presos políticos en los años 70 no era como ir a una cárcel de presos comunes; tampoco los tenían en las terribles condiciones que tienen a Simonovis hoy en día. El status de presos políticos era algo importante, eran reconocidos como hombres que no estaban de acuerdo con el sistema y aunque muchos cometieron delitos comunes (robos de bancos, robos de vehículos, secuestros, etc.), eran tratados de manera distinta a los presos comunes. Quiero dejar claro que no niego que en esa época el gobierno cometió severos abusos como torturas, desapariciones, etc. Pero lo que si es cierto es que una vez que llegaban al Cuartel San Carlos, el trato que recibían era totalmente diferente al trato que los ahora presos políticos reciben. En los días de visita había muchos niños alrededor, mujeres visitando a sus parejas, abuelas, tías, primas, muchas mujeres. Sin mujeres no se podía hacer revolución, eran ellas las que en realidad TRABAJABAN, mantenían las familias, cuidaban de los niños y de los ancianos, mientras los hombres se dedicaban a PENSAR en cómo hacer “La Revolución”.  Por otra parte, durante la visita del fin de semana también venían muchos intelectuales, profesores universitarios, luchadores sociales, escritores, poetas y cantores que honraban a “los revolucionarios”.

Documentos de la época hablan de cómo vivían los presos políticos:
“… Las actividades recreacionales son muy escasas, sólo 12 horas a la semana tenemos acceso a un patiecito de 50 m2 en donde cogemos sol y practicamos algunos juegos; también en esto las nuevas autoridades han operado cambios en contra, antes se nos suministraban algunos artículos deportivos, ahora no. Teníamos una mesa de jugar ping-pong y en el atropello del año pasado la destruyeron por maldad y se han negado a restituirla, así nos hemos visto obligados a comprar nosotros mismos los artículos que necesitamos para las actividades deportivas”.
Semanario Qué Hacer. Marzo 1976.

Y yo me pregunto… ¿Cuáles son los deportes que pudo practicar Simonovis en su pequeña celda del SEBIN durante ocho años y medio que estuvo ahí? ¿Cuántas horas de sol recibió Simonovis antes de ser trasladado a Ramo Verde? ¿Quién defiende los derechos humanos de Simonovis?

1972…. Ese fue al año donde mi papa quería salir como exilado… Es verdad, la tortura le había causado graves problemas de salud, sin embargo mi mamá  pidió una Audiencia con el entonces Presidente de la Republica, el Dr. Rafael Caldera, quien la atendió como todo un caballero y le aseguro que su marido seria atendido en el Hospital Militar. No habían pasado tres días cuando fue transferido, le hicieron todos los exámenes, lo atendieron los mejores médicos del hospital, sin hacer ninguna diferencia.

Y me sigo preguntando… ¿Por qué es tan difícil que le den asistencia médica a Simonovis? ¿Por qué no le permiten que lo vean los médicos de su confianza? ¿Por qué es un drama que los traslados se den cuando él los necesita?

Muchos de los presos políticos de los años 70 se encuentran ahora en el gobierno…. ¿Por qué no oímos sus voces de protesta por lo que les pasa ahora a los actuales presos políticos?... ¿Dónde están los hijos de aquellos presos políticos que no defienden a los hijos de los ahora presos políticos? Qué triste que en vez de tenderles una mano, sean sus verdugos.

Aquí está mi voz de protesta, los DERECHOS HUMANOS son para todos… Para cualquier ciudadano de a pie, para los revolucionarios, para los ricos, para los pobres, para los que creen en el socialismo, para los que creen en el capitalismo, PARA TODOS.


No quiero terminar sin dejar sentado que todos los venezolanos sabemos que Simonovis es inocente. Fue un juicio amañado, montado… Por tanto no solamente merece una medida humanitaria, merece ser declarado INOCENTE.

 Foto tomada dentro de la celda de mi papa en el Cuartel San Carlos (década de los 70)


El Patio del Cuartel San Carlos como lo recuerdo

Pedro Reyes Millan (Foto sacada de un articulo del Semanario Qué Hacer 1976
Pedro Reyes, mi hermano y yo en algún momento entre 1980 y 1981